Querida Zadany,

  En este día tan especial, quiero desearte un muy feliz cumpleaños. Han pasado muchos años desde que te conozco, y solo puedo decir: gracias.

  Agradezco a la vida por tenerte. Con el pasar del tiempo he descubierto tantas facetas tuyas, he sido testigo de tu crecimiento y de cómo has mejorado como persona. La resiliencia y fortaleza que has demostrado frente a tantos obstáculos me llenan de admiración y orgullo. Me siento verdaderamente afortunado de haber estado presente en tu vida para verlo.

  Para mí, eras, eres y seguirás siendo mi niña especial, aquella que alegra mi vida con una conversación casual, una anécdota compartida, un pensamiento profundo o simplemente una llamada hablando del día a día. Has influido positivamente en mí, y lo único que deseo es corresponderte brindándote todo mi apoyo y cariño incondicional. Aunque eso suene enorme, aún siento que es poco comparado con todo lo que te mereces.

  El año pasado tuve la dicha de conocerte en persona, y nunca olvidaré cada momento contigo: desde compartir un desayuno hasta escuchar música juntos en el metro o el camión. Quizás ya te lo he dicho, o no lo suficiente, pero verte fue una experiencia maravillosa, llena de emociones que hacía mucho no sentía. Para mí, ese será siempre uno de los mayores tesoros de mi vida. Las fotos tal vez se borren con el tiempo, pero los recuerdos contigo, jamás. Y espero que este año no sea la excepción.

  Te deseo todo lo mejor hoy y siempre.

  Será un placer enorme compartir nuevas experiencias contigo y acercarnos aún más. No tengo dudas de que cuando nos volvamos a ver, las nuevas experiencias por venir serán tan valiosas como lo que ya hemos vivido. Gracias por ser tú.


Te quiere mucho y apreciará siempre,

Wlady.